Conducto arterial persistente (CAP)
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¿Qué es el CAP?
El CAP es un problema cardíaco que se observa generalmente en las primeras semanas o meses de vida. Se caracteriza por la persistencia de una conexión fetal normal entre la aorta y la arteria pulmonar. Todos los bebés nacen con esta conexión entre la aorta y la arteria pulmonar, pero normalmente se cierra sola muy poco después del nacimiento.
En la etapa del desarrollo uterino, no es necesario que la sangre circule por los pulmones porque el bebé recibe el oxígeno a través de la placenta. Durante el embarazo, las aperturas permiten que la sangre rica en oxígeno (roja) pase por alto los pulmones de su bebé y prosiga hacia el cuerpo. Esta conexión normal que tienen todos los bebés se denomina conducto arterial.
En el nacimiento, la placenta se retira, por lo que los pulmones de su niño tienen que abastecer al cuerpo de oxígeno. Cuando su bebé respira por primera vez, los vasos sanguíneos de los pulmones se abren y la sangre comienza a fluir para captar oxígeno. En este punto, el conducto arterial ya no es necesario para pasar por alto los pulmones. En circunstancias normales, a los pocos días o semanas de nacer, el conducto arterial se cierra y la sangre ya no lo atraviesa.
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Sin embargo, en algunos casos, el conducto arterial permanece abierto (persiste) y se transforma en un problema conocido como conducto arterial persistente (CAP).
El conducto arterial persistente tiene el doble de incidencia en niñas que en niños.
¿Cuáles son las causas del CAP?
Normalmente, el CAP se cierra poco después del nacimiento. No obstante, en algunos casos, el CAP no se cierra. Aunque se desconoce los motivos exactos de por qué sucede esto en algunos bebés y en otros no, se sabe que es más común en niños prematuros.
El CAP también puede producirse en combinación con otros defectos cardíacos.
¿Por qué el CAP es una preocupación?
Cuando el conducto arterial permanece abierto, la sangre rica en oxígeno (roja) pasa desde la aorta a la arteria pulmonar y se mezcla con la sangre pobre en oxígeno (azul) que fluye hacia los pulmones. Los vasos sanguíneos en los pulmones tienen que soportar una cantidad de sangre mayor de lo normal.
La sangre adicional produce una presión arterial elevada en los vasos sanguíneos de los pulmones. Mientras más grande es el CAP y mayor es el volumen de sangre que pasa a los pulmones a una presión elevada, más esfuerzo realizan los pulmones para controlar esta sangre adicional a alta presión.
Todo esto puede producirle a los niños problemas para respirar. Pueden que necesiten un respirador artificial, especialmente si son prematuros.
Un CAP sin tratar puede producir daños pulmonares a largo plazo. No obstante, esto es poco común, dado que a la mayoría de los niños se los trata antes de que se dañen sus pulmones.
A menudo, el CAP es "silencioso", es decir que no presenta síntomas. Esto sucede más en bebés mayores (con unos meses de vida) con CAP pequeños.
¿Cuáles son los síntomas del CAP?
El tipo de síntomas percibidos y su gravedad dependerán del tamaño de la conexión entre la aorta y la arteria pulmonar. Cuanto más grande es la abertura mayor es la cantidad de sangre que puede pasar y sobrecargar los pulmones.
Es posible que un niño con un conducto arterial persistente pequeño no presente ningún síntoma y que el médico de su hijo haya notado el defecto al escuchar un soplo en el corazón. Otros niños con un CAP mayor pueden presentar diferentes síntomas. Los siguientes son los síntomas más comunes del CAP:
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fatiga;
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respiración rápida;
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respiración dificultosa;
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falta de aire en niños mayores;
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congestión respiratoria;
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falta de interés en la comida o cansancio al comer;
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fallas en el aumento de peso; y
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imposibilidad de realizar ejercicio en el caso de niños mayores.
Los síntomas del CAP podrían asemejarse a otras condiciones médicas o problemas cardíacos. Siempre debe consultar al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica el CAP?
El médico podría haber detectado un soplo cardíaco durante un examen físico y derivado al niño al cardiólogo pediátrico para obtener un diagnóstico. En este caso, un soplo cardíaco es un ruido causado por la turbulencia de la sangre que fluye a través del CAP.
Un cardiólogo pediátrico se especializa en el diagnóstico y control médico de los defectos cardíacos congénitos así como también problemas cardíacos que pueden desarrollarse durante la infancia. El cardiólogo realizará un examen físico, escuchará el corazón y los pulmones y hará otras observaciones que ayudan en el diagnóstico. La ubicación dentro del pecho donde mejor se escucha el soplo, así como también la intensidad y calidad del mismo (como áspero, similar a un soplido) le brindará al cardiólogo una idea inicial de qué problema cardíaco su hijo podría tener. El examen de diagnóstico para enfermedades cardíacas congénitas varía según la edad del niño y otros factores. Algunos exámenes que podrían recomendarse incluyen los siguientes:
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radiografías de tórax. Un examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para obtener imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa. En el caso de un CAP, el corazón puede estar agrandado por la cantidad excesiva de flujo sanguíneo que recircula desde los pulmones al corazón. Además, en la radiografía se verán también los cambios que pueden haber sufrido los pulmones debido al exceso de flujo sanguíneo;
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electrocardiograma (ECG). Un examen que registra la actividad eléctrica del corazón, muestra los ritmos anormales (arritmias o disritmias) y detecta el estrés del músculo cardíaco;
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ecocardiograma (eco). Un procedimiento que evalúa la estructura y función del corazón al utilizar ondas sonoras que se registran en un sensor electrónico que produce una imagen en movimiento del corazón y las válvulas cardíacas; y Un eco puede mostrar el patrón de flujo sanguíneo a través del CAP y determinar su tamaño, así como también la cantidad de sangre que pasa a través de este. El eco es el método más común para diagnosticar un CAP; y
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cateterismo cardíaco. Un cateterismo cardíaco es un procedimiento invasivo que brinda información muy detallada sobre las estructuras dentro del corazón. Bajo los efectos de un sedante, se inserta un tubo pequeño, delgado y flexible (catéter) dentro del vaso sanguíneo en la ingle y se lo hace llegar hasta el interior del corazón. La presión sanguínea y las medidas del oxígeno se toman en las cuatro cavidades del corazón, así como en la arteria pulmonar y en la aorta. También se inyecta una tinta de contraste para visualizar más claramente las estructuras dentro del corazón.
El procedimiento de cateterismo cardíaco también puede ser una opción para el tratamiento. Una vez que el catéter se encuentra en el corazón, el cardiólogo introduce un dispositivo especial, el cual puede ser un espiral o un oclusor de CAP (según el tamaño del CAP). Este dispositivo cierra el CAP, lo que previene que la sangre pase por él.
Tratamiento para el CAP
El médico de su hijo determinará el tratamiento específico para el CAP según:
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la edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo;
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qué tan avanzada se encuentre la enfermedad;
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la tolerancia que su hijo tenga a determinados medicamentos, procedimientos o terapias;
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las expectativas para la trayectoria de la enfermedad; y
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su opinión o preferencia.
Un CAP pequeño se puede cerrar espontáneamente a medida que el niño crece. Un CAP sintomático requiere control médico y, posiblemente, reparación quirúrgica. El cardiólogo de su hijo lo controlará periódicamente para verificar si el conducto se está cerrando solo. Si no se cierra de este modo, debe repararse para evitar que se desarrollen problemas en los pulmones como consecuencia de la exposición prolongada al flujo sanguíneo. El tratamiento puede incluir:
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Control médico. En el caso de bebés prematuros, una medicación intravenosa (IV) denominada indometacina puede ayudar a cerrar el conducto arterial persistente. La indometacina está relacionada con la aspirina y el ibuprofeno y su función es estimular los músculos dentro del CAP para que se contraigan y, de esta forma, cierren la conexión. El médico de su hijo puede responder cualquier otra pregunta que usted tenga respecto a este tratamiento.
Como ya se mencionó, algunos niños no presentan síntomas y no necesitan medicamentos. Sin embargo, otros niños necesitan medicación para que el corazón y los pulmones funcionen mejor. Ocasionalmente, pueden recetarse medicamentos, por ejemplo, diuréticos. Los diuréticos ayudan a los riñones a liberar el exceso de fluidos del organismo. Esto podría ser necesario porque el equilibrio de agua del cuerpo puede verse afectado cuando el corazón no funciona normalmente. Su médico también puede restringirle la cantidad de líquidos que puede beber su hijo.
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Nutrición adecuada. La mayoría de los niños con CAP comen y crecen normalmente, pero los bebés prematuros o aquellos bebés con conducto arterial grande, pueden cansarse mientras se alimentan y es posible que no coman lo suficiente como para aumentar de peso. Entre las opciones que pueden ser útiles para asegurarse de que su hijo tenga una nutrición adecuada se incluyen:
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fórmulas con alto contenido calórico o leche materna. Pueden añadirse suplementos nutricionales especiales a la fórmula o a la leche extraída del pecho con una bomba. Estos suplementos aumentan la cantidad de calorías por cada onza, de manera que su hijo beberá menos pero consumirá las calorías necesarias para crecer en forma apropiada; y
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alimentación suplementaria por sonda. Alimentación suministrada a través de un tubo flexible y pequeño que pasa por la nariz y baja por el esófago hacia el estómago. Dicha alimentación puede complementar o reemplazar la alimentación con biberón. A los niños que beben parte del biberón, pero no todo, se les puede suministrar el resto de la alimentación a través de la sonda. Los niños que están demasiado cansados para alimentarse con biberón pueden recibir la fórmula o leche materna simplemente a través de la sonda.
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Reparación o cierre del CAP. La mayoría de los bebés y niños que padecen CAP son candidatos a la reparación en el laboratorio de cateterismo cardíaco. El objetivo es reparar el CAP antes de que los pulmones se enfermen por el exceso de flujo sanguíneo y por la presión elevada. Asimismo, la reparación se indica si otros tratamiento se utilizaron sin éxito.
La reparación se indica, por lo general, en bebés mayores de 6 meses de edad con defectos de importancia que generen síntomas, como por ejemplo, poco aumento de peso y respiración rápida. En el caso de bebés que no exhiben síntomas, la reparación puede, a menudo, demorarse hasta después de los 6 y 12 meses de edad. El cardiólogo de su hijo recomendará cuándo llevar a cabo la reparación.
En los CAP, se utiliza con frecuencia un cierre transcatéter con espiral ya que es mínimamente invasivo. Sin embargo, los bebés deben pesar al menos 5 kg (aproximadamente 11 libras) para ser aptos para un cierre transcatéter. Por consiguiente, los bebés prematuros no son aptos para este procedimiento, debido a su tamaño. En estos casos, el CAP debe cerrarse con cirugía.
El CAP de su hijo puede repararse quirúrgicamente en el quirófano. La reparación quirúrgica, también llamada ligadura del CAP, se realiza con anestesia general. Con el procedimiento se cierra el CAP abierto con puntos o grapas para evitar que el exceso de sangre ingrese a los pulmones de su hijo.
Cuidado postoperatorio de su hijo
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Reparación en el laboratorio de cateterismo o procedimiento de cierre. Una vez finalizado el procedimiento, se retirarán el o los catéteres. Se colocarán varias gasas estériles y un gran trozo de cinta médica sobre el punto donde se insertó el catéter para evitar la hemorragia. En algunos casos, se puede usar una pesa plana o una bolsa de arena para mantener presionado el punto del cateterismo y reducir la posibilidad de hemorragia. Si se utilizaron vasos sanguíneos de la pierna, se mantendrá la pierna del bebé en posición recta durante algunas horas después del procedimiento para reducir al mínimo la posibilidad de hemorragia en el punto de cateterismo.
Su hijo será transferido a una unidad en el hospital donde las enfermeras lo monitorearán durante varias horas después del procedimiento. El tiempo que demore su hijo en despertarse después del procedimiento dependerá del tipo de medicamento que se le administró para que se relaje antes del cateterismo y de la reacción del niño al mismo.
Después del procedimiento, la enfermera de su hijo controlará los pulsos y la temperatura de la piel en la pierna o el brazo que se utilizó para el cateterismo.
Su hijo podrá volver a su casa después de una noche, siempre que no necesite otro tratamiento ni monitoreo adicional. Se le darán instrucciones por escrito con respecto al cuidado del punto del cateterismo, el baño, las limitaciones en las actividades y cualquier nuevo medicamento que su hijo deba tomar en su casa.
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Reparación quirúrgica. Algunos niños sometidos a ligadura del CAP pueden necesitar pasar algún tiempo en la unidad de cuidados intensivos después de la cirugía. Otros pueden regresar a un cuarto normal del hospital. Su hijo se sentirá lo mejor posible con medicamentos; algunos aliviarán el dolor y otros reducirán la ansiedad. Además, el personal necesitará su colaboración para tranquilizar y reconfortar al niño.
Asimismo, antes de que sea dado de alta, usted aprenderá cómo atenderlo en el hogar. También se le darán instrucciones acerca de los medicamentos, las restricciones de las actividades y las citas de seguimiento. La mayoría de los niños sólo necesitarán permanecer en el hospital por pocos días después de la operación.
Cuidado de su hijo en el hogar después de la reparación del CAP
La mayoría de los bebés y niños mayores se sienten cómodos cuando se van a casa. Podrían recomendarse medicamentos para el dolor, como acetaminofén o ibuprofeno para mantener cómodo a su hijo. Antes de que su hijo sea dado de alta, analice con su médico las opciones para el control del dolor.
Frecuentemente, los niños que no se alimentaban bien antes de la cirugía tienen más energía después del período de recuperación y comienzan a comer mejor y a aumentar de peso con rapidez.
Luego de la cirugía, los niños mayores suelen tener bastante tolerancia a la actividad. Al cabo de algunas semanas, su hijo estará completamente recuperado y podrá realizar sus actividades normales.
Recibirá instrucciones adicionales de parte de los médicos de su hijo y del personal del hospital.
Perspectivas a largo plazo después de la reparación quirúrgica del CAP
En bebés prematuros, la perspectiva después de la reparación quirúrgica del CAP depende de lo siguiente:
En el caso de niños nacidos a término, la mayoría de los pacientes con conducto arterial persistente diagnosticado y reparado en forma temprana llevan vidas saludables luego de recuperarse de la hospitalización. Los niveles de actividad, apetito y crecimiento deberían volver a la normalidad. Si se utilizó un espiral o un dispositivo oclusor, el cardiólogo de su hijo puede recomendar la administración de antibióticos por un tiempo determinado para evitar la endocarditis bacteriana después de que le den el alta del hospital.
En el caso de niños cuyo CAP se diagnosticó en una etapa posterior o que no se reparó, la perspectiva es incierta. Existe un riesgo de desarrollar hipertensión pulmonar (presión arterial elevada en los vasos sanguíneos de los pulmones). Estas personas deben recibir cuidados de seguimiento en un centro que se especialice en enfermedades cardíacas congénitas.
Consulte al médico para obtener más información acerca de la perspectiva específica para su hijo.